Viendo el cartel del próximo festival Lapsus salta a la vista, algo grande, rítmico, bailable, opresivo, va a ocurrir este fin de semana. Y entre todos los nombres, nos preguntamos ¿cuántas artistas femeninas incluye el cartel?
Es un hecho que cada vez existen más
mujeres dispuestas a enseñar al mundo lo que son capaces de producir o de
pinchar, pero esto no siempre queda reflejado en las programaciones de los
festivales especializados.
En el caso que nos atañe, tres son
nombres que forman parte de la representación femenina: Karen Gwyer, Jlin y
LCC. Tres nombres definitivamente potentes, perfectas representantes del gran
espectro de la música sintética. Nos hubiera encantado poder entrevistarlas a
todas pero, vicisitudes de la vida, la maternidad por un lado y el éxito
laboral por el otro, han hecho imposible la comunicación con Karen Gwyer, Jlin
(una entrevista con LCC, asturianas de proyección mundial, saldrá
publicada mañana).
Lo que es evidente es que las tres “forman
parte esencial de una nueva etapa en la historia de la música electrónica, un
cambio de tendencia que está permitiendo que este mundillo deje de estar de una
vez por todas manejado exclusivamente por hombres. El caso de Jlin es el más
evidente, la escena footwork norteamericana estaba gobernada por
"tíos" hasta que ella apareció. Su propuesta musical es sencillamente
excepcional e innovadora (publicaciones como The Quietus o Wire la colocaron en
el número 1 de lo mejor de 2015 en sus respectivas listas), pero además también
ha conseguido abrir el camino a todas las productoras que seguirán su estela. Al habla Albert Salinas, conocido en
el escena como Wooky, uno de los directores del festival.
Y si aplicáramos el sistema de cuotas que se trata de
introducir en mundos como el empresarial o el político, ¿sería posible llegar a
crear un cartel igualitario o todavía falta presencia femenina para conseguirlo?
Se
podría crear sin duda, hay un gran número de propuestas excelentes. De todos
modos, el número general de propuestas sigue estando descompensado y a veces no
es fácil conseguir ese balance desde el punto de vista del promotor. Lo
realmente interesante es que consigamos dejar a un lado el "factor
femenino" y nos centremos sencillamente en sus obras, en lo que nos
quieren contar.
El cambio de tendencia es real, y esto es solo el
principio. Los festivales tenemos la obligación de dejar constancia de ello a través
de nuestra programación y de nuestras actividades. Incluso trasciende más allá
del género, la nueva generación "post" está pidiendo a gritos que
desdibujemos la delgada línea entre los términos "mujer",
"hombre", "homo", "hetero" o "trans".
¿A quién le importa?
Sea cual sea el sistema
que finalmente diluya las desigualdades de las que poco a poco vamos siendo
conscientes, la base está en la mano de todas. Mujeres, tomad la pista de baile
y bailad la música de otras mujeres.
Fotografia de portada: Jlin
Text: Tamara G. Cascales
Correcció: Pablo Gerschuni
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